Marcas y movimientos

Marcas y movimientos

El pasado 5 de junio se realizó en nuestra institución la actividad científica que denominamos La construcción de la clínica psicoanalítica: marcas y movimientos, la cual se enmarca dentro del ciclo propuesto Malestar en la cultura.

En esta oportunidad contamos con la presentación del trabajo elaborado por las licenciadas Magdalena Lema y Silvia Tejería, socias habilitantes y psicoterapeutas de Audepp con una vasta trayectoria en nuestra institución.

El presente trabajo Acerca de los efectos de los movimientos sociales en la construcción de la clínica psicoanalítica fue presentado en el mes de octubre del año 2019 en la mesa de Flappsip del Congreso de la Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para graduados: Laberintos identificatorios: marcas y movimientos.

Este trabajo fue comentado en la presente actividad por la licenciada Elina Carril y por Diego Sempol, doctor en Ciencias Sociales y profesor de Historia.

El trabajo en su unidad nos permite visualizar un entrelazado de conceptos que apuntan a enunciar una postura clínica que se ha ido gestando en el devenir de un trayecto sinuoso, determinado por las  implicancias de la vida real de cada una, por las interrogantes que tienen su anclaje en la experiencia clínica, fundamentalmente en el trabajo con mujeres violentadas y en el medio de circunstancias sociohistóricas concretas. Las trazas de estas experiencias han propiciado identificaciones, desidentificaciones, crisis en el campo de la teoría y de la clínica, determinando un modo de posicionarse ante teorías y de operar en la clínica con las implicancias políticas de la praxis.

Estas marcas, estos signos, producto de una vasta experiencia, han ingresado como una herramienta junto a la perspectiva de género y al feminismo. El diálogo con otras disciplinas, para las autoras, abrió nuevas perspectivas y nuevas categorías de análisis y una manera diferente de poner a trabajar la teoría. 

Desde la clínica, destacan las autoras, se visualiza una crisis en las propuestas identificatorias para los seres humanos, en la cual convergen en un mundo cambiante y complejo el progreso en la lucha feminista y los movimientos de la diversidad con nuevas estrategias sociopolíticas de dominación en un escenario incierto de la modernidad. 

El trabajo presenta pequeñas viñetas clínicas que ayudan a visualizar la idea de cómo determinadas categorías de análisis quedan en desuso, y se hace necesario que el analista se implique de otro modo.

Como sujetos de nuestro tiempo, las autoras consignan que el ser psicoanalistas va de la mano de la construcción como sujetos, construyendo también las prácticas en un permanente proceso identificatorio y desidentificatorio. Dialéctica que se ve interpelada constantemente por nuevos modos de sufrimiento.

Sin duda, nos agregan Silvia y Magdalena, el lugar del psicoanalista es un lugar incómodo que no está instalado, que se encuentra en una constante tensión, complejidad. Y, tal vez podemos agregar, es un desafío constante. Lugar incómodo, pero con un potencial, nos dicen ellas, de subjetivización y humanización.

Para que las intervenciones y los dispositivos tengan eficacia transformadora y simbólica en las prácticas, es necesario el esclarecimiento de los atravesamientos instituidos.

COMISIÓN CIENTÍFICA

Ana Lía Camiruaga (coordinadora)

Patricia Cafasso

Juan Andrés Janzich

Mariana Rubio